Bajo un cielo de cobre y arena,
Viva un hombre en soledad,
Su vida, de colores ajena,
Suspiraba por la claridad.
"Oh, Dios!" clam con voz quebrada,
"Haz que florezcan rosas aqu,
Que mi existencia desolada
Encuentre belleza junto a mi".
El Creador le hablo en el viento:
"Tu peticion conceder,
Mas necesito un elemento:
Tu corazon como simiente".
El hombre, sin temor alguno,
Extrajo su latiente ser,
Lo sepulto en suelo oportuno,
Comenzando asi a fallecer.
Cayo exhausto sobre la tierra,
Su consciencia se disipo,
Mientras la vida se le cierra,
Su sacrificio germino.
Al despertar de aquel letargo,
;Que vision ante sus ojos!
Un campo verde, dulce y largo,
Lleno de florales despojos.
Para crear belleza pura
En este mundo de escasez,
Hay que sentir con gran ternura
Y el corazon ofrecer despues.
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Сердце пустыни
© Copyright: Рафаэль Баязитов, 2025
Свидетельство о публикации №125062000140
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