Autor: Padre Paisio Savosin
Lo lejano y lila quema con el fr;o.
En el mediod;a ardiente
las sombras cobrizas por poco se trazan.
Se llena el borde
del bosque! contin;a la marea veraniega, creciendo
como una pared luminosa.
Con la plenitud de asombros tuyos,
Oh portadora de luz,
se excede la memoria terrestre
a s; misma,
Desec;ndose hasta una linea peque;a
hasta una palpitante venita con el aliento
cortado, hasta aquella altura
Donde no hay m;s tierra y s;lo pasa el sol
por los puentes
De infinitos segundos, dejando lleno con nada
la raya
De las incesantes canciones de saltamontes.
Se terminaron los sonidos, salvo el aire deslumbrador
que cristalino tintina sin voces
En el lindero entre el cielo y la lenta
vida, la arena dorada
Est; corriendo por todas partes: el tiempo
se desmoron; como un polen … Hasta la alborada
La tierra descansa recordando lo que se le acerc;
y se calma poco a poco, se debilita su trasudor
a la hierba
Y colma el antiguo y lila silencio
con la quemadura. Estoy llamando, -
en esas estrellas en las profundidades de tinta donde
cualquiera ha vuelto a la vida, -
S;lo en la memoria, por cierto, y con aquella
huella en la piel,
En las pesta;as, en el coraz;n, por ning;n lado, en este
encuentro del fuego y la tierra… de esta pareja
Mayo de 2020
Traduccion del ruso
Original: http://stihi.ru/2020/11/02/2765