Soy Sveta Kulikova. Soy una chica muy simpatica de trece años. Mis abuelos viven en un koljos. El koljós está en una aldea no lejos de Tula. Es la aldea Griasiukino. Esta aldea es conocida en la provincia. Durante las vacaciones de invierno voy a casa de mis abuelos. Mi abuela Paulina está casada por segunda vez. Su primer marido, Petróvich, está muerto. Dicen que era un hombre bruto y de mal caracter y tenía problemas con alcohol. No sé exactamente. “Los muertos no hablan”, dice el médico de mi escuela.
El segundo marido de mi abuela se llama Mihalych. Tiene cincuenta y dos años. Sus propios niños ya son adultos y viven en Tula. Es carpintero y no tiene problemas con la bebida. Trabaja cada día y tiene tanto dinero que no sabe qué hacer con su capital. Mihalych y mi abuela quieren comprar un helicóptero, pero no saben dónde aparcarlo. Pues, van a comprar un cerdo pequeño, pero no tienen bastante dinero para hacerlo.
La casa de mis abuelos está en la calle Petlura. Es una calle muy bonita y larga. En Griasiukino tengo muchos amigos. Además alli hay un museo dedicado a los deportes de invierno. El museo está también en la calle Petlura.
Mis abuelos tienen una casa grande. La casa de mis abuelos tiene cuatro habitaciones. Las habitaciones son grandes y claras. La casa está en el centro de la aldea. Los abuelos alquilan dos habitaciones a los estudiantes, Vovik y Tolik. Son chicos muy amables que siempre están de broma y beben cerveza.