Tras el cristal en tus ojos se esconde el amanecer,
Calido como el fuego de tu piel,
Tan tierno que me hace estremecer.
Intento no sumergirme en este bendito calor,
en el calor de esta noche, en el calor de tu presencia,
pero no puedo rehusarme ni al momento menor,
en este instante le das vida a la existencia
le das significado a la noche,
con los minutos a tu lado, al tiempo le das la esencia,
Gracias por regalarme tu sonrisa de angel,
Gracias por regalarme un instante en tus brazos,
Gracias por regalarme el hermoso amanecer en tus ojos...
J. Cesar Bellido
Mayo, 2004